Nuestro propio enfriador de vino, en armonía con la elegancia y sencillez de nuestro vino, se puede presentar maravillosamente en la terraza, ya sea para un aperitivo, una cena o simplemente en el medio.

El enfriador de vino no es solo un elemento decorativo, es esencial para la máxima experiencia de sabor. ¿Sabías que cuanto más joven y ligero es el vino, más frío debe beberse? Por lo tanto, nuestro Sauvignon Blanc debe beberse entre 10 y 12 grados, mientras que el Chardonnay puede tolerar un poco más. Pero ojo: en general, cuanto más frío está el vino, mayor es el riesgo de que el sabor se «difumine» por completo. Por lo tanto, debe tener cuidado de que el vino se mantenga siempre dentro de los límites anteriores.

Los vinos rosados ​​ligeros, como nuestro Syrah Rosado y Rosado Cuvee, deben beberse entre 9 y 11 grados. Aquí, el sabor y el frío están en equilibrio, para una experiencia de bebida óptima.